1996
Texto: Adolfo Castaño


Francisca Mompó, Primitiva

Donde más claramente se manifiesta la intención estética de Francisca Mompó (Valencia, 1951) es en esas composiciones geométricas, en esas alternancias de franjas, rectángulos, picos y rectas, que acercan su quehacer al arte de los pueblos primitivos. Pueblos con un estructurado sentido decorativo que se asienta en lo simbólico de la forma y el color y que abstrae lo que hace el hombre situándolo en un punto que dista por igual de la Naturaleza y la Tribu. Las obras puramente abstractas. en las que seguramente Mompó ha puesto mayor empeño, se quedan un paso atrás, aisladas en su sobriedad. Sin embargo, ellas sostienen con el empleo de los tonos y los procedimientos técnicos, la encaústica, el óleo, la emulsión asfáltica. sobre distintos soportes, el total de su iconografia. El sentido decorativo de su intención también se aprecia en los objetos muebles que acompañan a su obra pintada en sillas elementales sobre las que prolonga su trabajo pictórico, un trabajo de rescate sígnico, Escribimos rescate porque escondidos en el mundo levantino hay datos de antigüedad indudable que circulan inadvertidos por sus venas y son consecuencia de la suma de imágenes que ha percibirlo, a través del tiempo, su inconsciente colectivo. Por estas causas lo exótico no conmociona la marcha de sus tradiciones, sino que las vitaliza, permitiendo que sus límites tengan muy diversos horizontes.
¿Oué pretende Francisca Mompó al saltar ciertos límites para llegar a sus actuales horizontes? ¿Asombrarnos, perturbarnos, o seducirnos y convencernos? Al buscar el contraste súbito, por una parte asentar su trabajo en una perspectiva original. por otra poner en claro ante ella misma la dosis natural o salvaje que la compone y la impulsa a buscar vino nuevo en odres viejos. Pero su intención no se detiene en el sabor ni en el olor inéditos del vino nuevo. Mompó trata de seducirnos pqrq convencernos.