Las Provincias - enCuAdres - 2003

Arte en femenino plural

“Entre ellas” reúne la obra de Inma Coll, Ángela García, Carme Michavila, Elena Negueroles, Francisca Mompó, Dulce Tobajas, Teresa Tomás e Isabel Tristán.

Uno de los taquillazos del último cine francés ha sido Ocho mujeres, que reúne en su reparto a actrices de varias generaciones. El Museo de la Ciudad no se ha querido quedar atrás. Pero esta vez no se trata de actrices, sino de pintoras valencianas de personal trayectoria.

La muestra colectiva Entre ellas comisariada por José Garneria, que se ha encargado de seleccionar a las ocho artistas, reúne a las pintoras Inma Coll, Ángela García, Carme Michavila, Elena Negueroles, Francisca Mompó, Dulce Tobajas, Teresa Tomás e Isabel Tristán. Ocho miradas distintas. Ocho maneras de reconstruir el mundo a través del arte.

“La filosofía que me ha alentado para escoger a estas y no a otras artistas, reside, indudablemente, en el gusto personal, también en la amistad y, tal vez como motivo principal, el considerar que las ocho son altamente representativas del arte que se hace en Valencia y de las tendencias de los últimos años”, dice Garneria.

Como decimos, las edades no son el hilo conductor de Entre ellas. Tampoco los estilos porque los hay diversos. ¿entonces qué une a estas ocho mujeres? Aunque el Arte no tiene sexo, queda claro que su condición femenina es decisiva en este caso, porque esa condición convierte la muestra en un homenaje al Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, confiesa el Teórico de la exposición. “Y, naturalmente, el ser artistas y ser contemporáneas, además de que todas tienen un historial importante”.

La diversidad de las componentes de esta colectiva organizada por el Ayuntamiento es patente. Hay varios universos estéticos compartiendo un mismo espacio. Arte femenino en plural.



Maneras de ver



Inma Coll representa la figuración expresionista. La desnudez humana, el recuerdo a Frida Khalo y a Rembrandt, al estudio de la artista “llega a representar la historia del arte en lienzos apoyados sobre caballetes”.

Ángela García pertenece a la generación de los años 70. “En su momento trató el tema de la mujer, con críticas de tipo social a los concursos de “misses”, los trabajos de corte y confección que se impartían en las enseñanzas previas a la democracia”, recuerda Garnería. Actualmente está volcada en el color y la composición como características principales de su obra.

Carmen Michavilla, con su pintura sensitiva y poética en la que se atisban pueblos y casas, “logra en su última obra pintar el cuadro dentro del cuadro, con una cierta tendencia al minimalismo”.

Francisca Mompó mezcla imágenes dadaístas con la construcción y los elementos tipográficos. “Bauhausiana en algunos casos, Mompó hace referencias al arte abstracto, al pop o al expresionismo”.

Elena Negueroles, en línea un tanto fauve, emplea el signo como representación de ideas universales. “Son compartimentaciones que recuerdan lo geométrico, las filosofías orientales, los planetas y los animales. La escritura como lenguaje plástico, caligráfico incluso”.

Dulce Tobajas ofrece obras que son secuencias indefinidas, formas claras que compartimentan geométricamente las superficies. “Son desplazamientos de una misma idea que hacen alusión a formas de la naturaleza”.

Teresa Tomás es la artista que viniendo de la escultura, ha trasladado esas formas al plano del cuadro desde la suavidad de la materia y del color. En opinión del comisario, “los colores suaves se entremezclan con fondos en ocasiones transparentes”.

Por último, en este recuento seguido por orden alfabético, Isabel Tristán “ofrece una obra con fondos que nos hablan de paisajes difuminados y la inclusión de verdaderas franjas geométricas, con enfrentamiento y concordancia entre formas”, asegura Garneria.



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